Llevo dos días intentando hacer un post en condiciones sobre lo bueno del 2014 y lo que espero del 2015, ¡y no hay forma! El 2014 ha sido un año penoso, la verdad. Sí, me quedo con las cosas buenas, estar aquí ahora mismo escribiendo es una de ellas. Y que vosotros estéis al otro lado también. Además, he visto al menos 7 atardeceres de película, he cocinado y bailado hasta hartarme y he querido y me han querido mucho. Algunos sueños se han cumplido y otros siguen esperando pero no he dejado de soñar (cosa importante). ¿Qué espero del 2015? Pues lo mismo, sinceramente. Porque la vida sería muy aburrida sin discusiones, lagrimillas, preocupaciones, errores, días penosos y líos varios. Las ganas, la energía y la sonrisa ya sé la pondré yo a todo lo que llegue. Y eso es todo. Eso es todo lo que quiero.
2015 … ¡Allá vamos!
[…] muy claro cómo se iba a desarrollar esta locura, cómo iba a salir todo. Pero ahí estaba yo, saltando hacia el futuro en la terraza de la casa de mis padres, con un frío que pelaba y mi padre diciendo que se iba, que […]