El 22 de junio de 2017, 13:45, David Luque <——————– >escribió:
Buenas Cristina,
Soy David, el marido de Elisa, fiel seguidora vuestra e ilusionadísima de tener unos zapatos vuestros. No sé si aquí es donde se debe contar nuestra historia pero lo voy hacer para ganar tiempo y tenerlos lo antes posible.
Es una historia triste pero en definitiva la vida te hace poner cicatrices y empezar de nuevo. Mirad, hemos estado buscando niños desde hace más de 10 años, método natural, tratamientos de fertilidad, etc… Bueno una auténtica odisea, sobre todo para mi mujer, claro está, la más maravillosa del mundo. Pues una vez que si aborto bioquímico, otra vez que si no fecundaron, otra vez que si ahora sí, luego no…
Así unos pocos de años y ella venga ponerse hormonas y todo lo que conlleva los tratamientos. En definitiva, Cristina, una auténtica odisea… Cambio de carácter, tristeza, desasosiego…
Hace dos años conseguimos quedarnos embarazados de gemelos. Llegó la alegría total, ¡imagínate, después de tanto pasado! Pero volvió la pesadilla y abortó cuando nuestros niños tenían ya 6 meses, (*aquí añado yo misma que con seis meses no es un aborto, es una muerte fetal) y encima pilló una infección y estuve a punto de perderlos a los tres. Ella con el tiempo se ha recuperado físicamente, aunque psicológicamente… (imagínate tú, que eres mujer, lo que puede suponer tal pérdida). Ella sin ganas de nada e incluso de vivir. PERO POR SUPUESTO YO SIEMPRE LE DIGO QUE HA SIDO, ES Y SERÁ MI PRINCESA PARA TODA LA ETERNIDAD.
Pero es duro, muy duro. Nuestro vacío lo intentamos suplir con el trabajo (tienen un hotel precioso) y viajando. Acabamos de llegar de África y le ha llenado muchísimo. Viene con mucha ilusión de vivir y de volver a repetir otro año. Aunque hoy, por ejemplo, se ha levantado sin ánimos ni ganas de nada, pero siempre le digo: “Princesa tenemos que seguir adelante, nuestro amor es lo más importante. Siempre seguiremos juntos.”
Ha habido momentos muy, pero muy difíciles pero lo que digo, y decimos, que si el amor es verdadero puede con todas las desavenencias.
Así que, en definitiva, quiero que tenga unos zapatos vuestros, que le hacen mucha ilusión, como te he comentado antes. (Para no enrollarme más con nuestros problemas). Lo único que quiero es que sean tan especiales como lo es ella, mi Princesa. No tengo ni idea de cómo tienen que ser, pero viendo vuestro trabajo, seguro que lo hacemos especiales. Sí me gustaría que pusiese algo de Princesa y lo demás lo dejo en vuestras manos. […]
Muchas gracias por todo y para no dilatar más os estaré eternamente agradecido si triunfamos con este regalo. De nuevo gracias.
David.
…………………………………………….
¿Cómo se te ha quedado el cuerpecillo?
Así se nos quedó a nosotras después de leer su email. Triste pero amor verdadero a raudales.
En ese tiempo hacía unos tres meses que habíamos perdido a nuestra pequeña y te puedo asegurar que ni aún habiendo pasado por lo mismo (excepto por la infección, gracias a los dioses) no me llego a imaginar el dolor tan grande de perder dos bebés, a la vez, después de tantos años de espera…
Hace unos días leí este post y al final Vicky decía esto: “La muerte de un hijo ni se supera ni se olvida, sólo sé aprende a seguir viviendo sin él/ella. Siempre tuyos, siempre nuestra, siempre unid@s”.
Elisa, espero que en ese momentito de recibir tus zapatos, explotaras de FELICIDAD. Y que sigas siendo muy feliz ahora.